Diego Señoret y su experiencia en Torres del Trango, Pakistán.

La escalada en Torres del Trango siempre fue un sueño para mi. Hace 13 años escuché por primera vez hablar sobre estas gigantes torres de granito. Fue cuando leí “Una vida en la Vertical” de Wolfgang Gullich, uno de los mejores escaladores de todos los tiempos. En el libro cuenta sobre esta expedición a Pakistán junto Kurt Albert, otro grande de la época, como una de las experiencias mas extremas y difíciles de sus vidas. Fue justamente ellos quienes abrieron la ruta “Eternal Flame” en la Torre Sin Nombre, una ruta que recorre mas de 1.300 metros verticales llegando a los 6.286 msnm en su cumbre. Sin dudas que la apertura de esta ruta significó mucho y revolucionó la escalada mundial en el año 1989.

Lo hecho por estos escaladores era realmente innovador y extremo, llevando al limite las dificultades de la escalada en grandes paredes mezclado con la dificultad de la altura. Fue una experiencia al limite de sus capacidades, tal como lo describe Wolfgang Gullich en su libro.

Fue entonces cuando se encendió esa pequeña llama en mi, aunque en ese momento como algo muy lejano, quizás imposible. Con el correr de los años fui sumando experiencias en montaña logrando concretar sueños y grandes escaladas a lo largo de los últimos años, acercándome cada vez más a la posibilidad de pensar en un sueño de esa magnitud. Fue el año pasado cuando fui por primera vez a Pakistán junto a Sebastián Rojas a escalar el Monte Broad Peak 8.051 msnm cuando vimos las Torres del Trango por primera vez. El impacto fue grande y los recuerdos de todo lo que había escuchado de ellas afloraron rápidamente. Desde entonces con Seba nos quedó claro que algún día tendríamos que volver. Fue así como a partir de la motivación del mismo Seba Rojas que armamos la expedición en menos de 3 semanas, en Junio de este año.

 

Yo estaba con otro proyecto y Seba se encontraba haciendo un curso de esquí en Chamonix. Habíamos hablado sobre ir a Trango pero la verdad es que visitar Pakistán por segundo año consecutivo, sumado a estar un poco corto de lucas y el enfoque en otros proyectos, no me tenían tan convencido personalmente. La cosa es que cuando Seba llegó de vuelta de su viaje me llamo para decirme que su motivación era ir a las Torres del Trango y que pensaba ir con Diego Saez, otro buen amigo, de camarógrafo. Le faltaba una parte del equipo todavía y nos motivó a mi y a Nico Gutiérrez que somos todos cordada y amigos hace muchos años. En poco tiempo nos dimos cuenta que las marcas, tanto Marmot como The North Face, nos querían apoyar en este proyecto de nivel mundial, y fue el paso para tomar la decisión de ir. Una vez solucionado el tema del financiamiento de la expedición, solo había que organizar la logística de los equipos, organizarse con la agencia en Pakistán, hacer la visa y juntar la motivación para un tremendo desafío, un sueño que se empezaba a hacer realidad.

El 25 de Junio aterrizamos en Islamabad, la capital de Pakistán. Seba, Diego, Nico y yo. Los 4 estábamos muy entusiasmados con lo que se nos venía, la experiencia Pakistán y la escalada de las paredes de granito mas altas del mundo.

La logística en Pakistán es difícil pero todo se maneja a través de una agencia local que te ayuda a moverte en Pakistán, te hacen la logística hasta el campo base, donde te envían junto a un cocinero y un ayudante de cocina.

Primero pasamos dos días en Islamabad, luego nos tomamos un vuelo hacia Skardu, pueblo de montaña desde donde se sale en jeep hacia el Karakorum, que es la principal cordillera montañosa del país, muy conocida mundialmente.

En Skardu estuvimos dos días haciendo las últimas compras y preparándonos para la expedición. Luego partimos por la Karakorum Highway, una carretera muy rural y peligrosa, hacia Askole, un pueblito muy pequeño en plena montaña, los caminos son muy malos, los jeep y los conductores, muy buenos. Al llegar a Askole se hace la organización de porteadores que te ayudan a llevar todo lo necesario hacia campo base donde estaríamos 3 semanas. El camino hasta el campo base nos tomó 3 días caminando, 3 días de largas jornadas a todo sol. Al llegar a campo base nos dimos cuenta de que éramos la única expedición en el mundo ahí, no había nadie más.

 

Ahí nos dejaron los porteadores y las mulas, con todo lo necesario en campo base. Nuestros nuevos integrantes de la familia: Hussein y Esán Alí, el cocinero y el ayudante de cocina que estarían con nosotros ahí durante los siguientes 21 días. El campo base se encuentra a 4.100 msnm y de a poco te tienes que ir adaptando con la altura. La verdad es que el campo base es un paraíso. Cruzas un gran glaciar para llegar a un plano lleno de gigantes montañas alrededor, una laguna color calipso y una gran pared frente al campo base (Trango 1). Al llegar ahí nuestra impresión fue máxima. Todo lo que habíamos imaginado por años estaba frente a nuestros ojos. La Torre Sin Nombre, la Great Trango Tower, Little Trango y el Uli Biaho entre muchas otras grandes paredes. Nuestro principal objetivo; abrir la primera ruta chilena en Torres del Trango y escalar la Torre Sin Nombre por la ruta “Eternal Flame”.

Al llegar a campo base también nos dimos cuenta que las montañas estaban muy cargadas de nieve y que el invierno anterior había sido muy nevado. Con esto, las condiciones de las montañas cambian y hay que estar muy atentos a las caídas de piedras, séracs(Hielos colgantes) y avalanchas de nieve. Los primeros días nos dimos cuenta de esto, caída de material desde todas las paredes. Gigantes proyectiles resonaban en todo el valle a lo largo del día, esto nos intimidó bastante y nos dejó claro que la condición estaba peligrosa. Es por lo mismo que decidimos empezar a equipar nuestra ruta en la pared que teníamos al frente de nuestras carpas(Trango1), pared que no contaba con nieve ni hielo, o sea que no tenía peligro de desprendimientos o avalanchas.

La verdad es que encontramos un línea muy linda y sea veía que probablemente podríamos equipar la ruta por toda la pared que recorría cerca de 750 metros ¡frente al campo base!

Así nos fuimos equipando los primeros 8 largos durante los primeros 3 días. Después de esto nos dimos cuenta que habría que aclimatar para el gran objetivo que era la Torre Sin Nombre (6.286 msnm). Es así que decidimos ir a escalar la Little Trango 5.450 msnm, una aguja muy linda que queda en altura. La cosa es que para llegar tanto a esta pared como a la de la Torre Sin Nombre, habría que atravesar un canalón de kilómetros de largo con grandes peligros objetivos de caídas de piedras, séracs y avalanchas. El acceso a la Little Trango no sería nada fácil. La primera vez que fuimos nos levantamos un poco tarde y cuando llegábamos a una hora de la base de la pared nos dimos cuenta que las condiciones de las montañas estaban muy peligrosas por el fuerte sol que pegaba durante la mañana. Decidimos dar media vuelta y volver a campo base. Al día siguiente, en la mañana, cayó la avalancha más grande que vimos en toda la estadía. Un sérac gigante caía desde la Great Trango Tower, provocando una gran avalancha que corrió por todo el canalón que nosotros habíamos atravesado solo 24 horas antes. La avalancha llegó hasta nuestro campamento, ya sin velocidad, dejándonos muy mojados y dejándonos claro también que los peligros estaban ahí latentes para nosotros.

Decidimos ir nuevamente al otro día pero al levantarnos a las 2 am para salir nos dimos cuenta que el aire estaba muy cálido y que eso aumentaba el peligro de avalanchas por el calor. Decidimos no salir. Al día siguiente, ya un poco frustrados, tomamos la decisión de partir como sea, había que aclimatar.  Es así que nos levantamos a las 1:30 am y cerca de las 2.30 ya estábamos saliendo camino hacia la Little Trango. 5.450 msnm.

La aproximación era bastante larga y nos tomo cerca de 6 horas para llegar a la base de la pared. La aguja es hermosa y no es tan grande pero queda muy arriba en la altura. La escalada fueron cerca de 6 largos nada fáciles para llegar a cumbre en un día algo inestable en el que se nos puso a nevar en la mitad de la escalada. El clima no parecía nada bueno hasta ese momento pero decidimos dar un empuje hasta la cumbre igual, y lo hicimos. Llegamos a la cumbre en plena nevazón, pero muy felices, siempre una cumbre te da una gran cuota de energía y felicidad. Después bajamos en medio de la tormenta y llegamos con las últimas luces del día muy mojados a nuestro vivac, un lugar protegido que habíamos elegido para acampar a 5.000 msnm. Al día siguiente bajamos y ya teníamos la cabeza en la Torre Sin Nombre. Habíamos estado a 5.450 msnm y eso nos dejaba bien parados con la aclimatación para ir a nuestro principal objetivo.

Preguntando el clima a nuestra gente a través de un GPS(In Reach de Garmin), nos dimos cuenta que 3 días después tendríamos que atacar.

El 14 de Julio salimos a las 1.30 de la mañana. De nuevo atravesar el intimidante canalón y dirigirse hacia la Torre Sin Nombre, simplemente una pared gigante. El primer día caminamos cerca de 4 horas para llegar a la base de la pared y nos pusimos a escalar. La dificultad de la ruta es alta y es difícil avanzar rápido. Nos fuimos turnando la punta con Nico y Seba y ese mismo día llegamos a una gran terraza ubicada en el largo 10 de de la ruta Eternal Flame. Un lugar increíble para hacer campamento y descansar. Arriba tuyo esta la pared enrome donde te restan aun 24 largos por escalar. Al día siguiente decidimos descansar en ese lugar y fijar los primeros 3 largos que estaban por encima de nosotros. Al día siguiente la idea sería atacar cumbre escalando 24 largos. Salimos como a las 3 am escalando. La verdad es que ahí nos dimos cuenta que la mayoría de los largos eran bien difíciles y tomaba bastante tiempo equipar los largos, además, el frío te congelaba. Cerca de las 4 de la tarde nos dimos cuenta que ese día no llegaríamos a cumbre. Nuestras opciones eran o bajar y perder nuestro sueño, o seguir y pasar una noche muy fría cerca de los 6.000 msnm. Fue un momento un poco critico pero al poner todo en la balanza nos dimos cuenta que había que seguir como fuera para alcanzar esa cumbre que era lo que habíamos venido a buscar en este viaje. Cerca de las 5 pm llegamos a una terraza de nieve donde podríamos pasar la noche sin carpa ni saco de dormir. Fue una de las noches mas frías de nuestras vidas. Aguantamos toda la noche saltando, moviéndose y hasta hicimos una cueva en la nieve pero nada fue suficiente para pasar el frio que te congelaba. Fue la prueba de fuego para lograr nuestro objetivo. Cerca de las 6:30 de la mañana nos empezó llegar el sol y nos salvó en el momento mas duro, cuando las energías se habían agotado al máximo por el frio y sin poder descansar. Como a las 8 de la mañana después de reponernos un poco, salimos hacia la cumbre. Los largos de escalada seguían siendo bastante difíciles y tomaban tiempo. Después de una larga batalla, el 17 de Julio llegamos a cumbre cerca de las 4:30 de la tarde con una alegría y una emoción tremenda. Habíamos cumplido nuestro gran sueño de escalar la Torre Sin Nombre y por consecuencia ser los primeros chilenos en tener ese privilegio. Después de estar un hora en la cumbre muy emocionados y felices empezamos a bajar hasta la terraza del largo 10 donde teníamos nuestro campamento al que llegamos como a las 3 de la mañana deshidratados y muy cansados. Ahí pasamos una noche de ensueño comparada con la noche anterior donde habíamos estado al borde de las congelaciones. Al día siguiente despertamos muy cansados y poco a poco fuimos ordenando todas nuestras cosas para empezar a bajar. Después de unas 6 horas de rapel llegamos nuevamente al canalón donde nos esperaba la ultima pasada peligrosa para llegar a campamento base. Nos encomendamos y empezamos a bajar después de ver una gran avalancha caer. Con dedos cruzados llegamos a campo base de noche reventados por todo el esfuerzo de los últimos 5 días en la montaña. Ahí nos esperaban Esan Alí con jugo y Hussein con nuestra comida, ¡a celebrar!

Los días siguientes descansamos del azote y nos dedicamos a ver material y comer, estábamos mas flacos que nunca!. Antes de irnos nos quedaba una sola misión: terminar nuestra ruta que estábamos equipando frente a campo base. Fue así como un día antes de que nos fueran a buscar los porteadores para retirar todo en campo base, nos fuimos a equipar lo que nos restaba. Llegamos al largo 8, donde ya habíamos abierto, y equipamos los últimos 7 largos quedando una ruta de calidad con dificultades de hasta 5.11b recorriendo mas de 750 metros de escalada. Le pusimos “Mango Trango”, la primera ruta chilena en Torres del Trango, un aporte para el valle y un gran premio para nosotros, dejar nuestro legado ahí.

Llegamos muy tarde nuevamente a campo base esa noche y nuestra expedición estaba lista, con sus objetivos cumplidos. La salida del Karakorum es pesada, 3 días caminando, un día en jeep y llegar de nuevo a Skardu. Luego de dos dias, tomamos un auto hacia Islamabad donde nos demoró 24 horas sin parar, una real paliza! Luego el viaje de vuelta a Chile que dura mas de un día haciendo escala en Dubai y luego en Río de Janeiro para llegar totalmente reventado a Santiago.

Sin dudas todo sacrificio tiene su recompensa y para nosotros pegarnos este viaje y haber podido escalar y disfrutar todo lo que pudimos es una gran recompensa, las experiencias son las que van marcando nuestros caminos y para mi esta fue una de las mejores y mas intensas que me ha tocado vivir.

 

 

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